Hola !! Soy Alberto ...
… fotografo de bodas y padre de dos niñas preciosas.
Por lo demás soy un chico normal, con una vida como la de todos vosotros. Nací en Madrid, pero vivo en Santander. Me encanta viajar, como a la mayoría, no?, los donuts, el primer café del día, ir al cine y los buenos ratos con los amigos. Fui a la uni, empecé a trabajar y con el paso de los años, sentí que mi vida se iba en hacer algo que no me llenaba del todo. Necesitaba tener tiempo para mis hijas, para mí y decidí dejarlo todo y empezar un nuevo camino.
Siempre me ha gustado la fotografía y me encanta contar historias de amor, así que me arriesgué y ese camino que empecé hace 5 años como fotógrafo de boda en Santander , me ha llevado hasta aquí … hasta vosotros!!!
Pero como cualquier inicio no fue fácil. Lo primero que hice fue aprender y formarme junto a aquellos fotógrafos que para mí son los mejores haciendo un estilo de bodas.
Me gustan las fotos que cuentan historias y transmiten emociones, no quería ser un fotógrafo de boda tradicional, y no porque me considere mejor, es simplemente un estilo diferente que va mucho más con mi forma de ser, y en el que me siento más cómodo trabajando.
En mis reportajes de boda son muy importantes los detalles, la decoración, todas esas cosas a las que habéis dedicado tanto tiempo y que ayudan a contar la historia. Para mi es importante robar esos momentos de emoción, gestos de amor que a veces suceden entre bambalinas. Al final se trata de contar vuestra historia sin alterarla, pasando desapercibido.
Ser fotógrafo de boda es un privilegio, y yo ese día me siento como uno más entre vuestros seres queridos. Disfruto con vosotros, me río con vosotros y a veces porque no decirlo también lloro con vosotros. Para mi es mucho más que un trabajo, es ser consciente de que alguien ha confiado en mi para contar su historia de amor.
Ser fotógrafo de boda me ha hecho viajar, conocer gente maravillosa, aprender, vivir experiencias únicas y ser testigo de historias de amor preciosas.
Lo que ha cambiado mi vida es que, ahora sí, mi trabajo me encanta. Me levanto con emoción cada sábado que tengo una boda , y siento que mi trabajo ahora si tiene un sentido muy especial, las fotos transcienden al tiempo, y sentir que con lo que haces ayudas a construir recuerdos … me llena!!!
